La Comunicación Interna continúa siendo una asignatura pendiente para muchas empresas. La comunicación con los empleados se constituye como una herramienta imprescindible en la gestión empresarial de muchas organizaciones. Sin embargo, este concepto todavía no tiene una plena implantación en muchas otras empresas debido a diversos factores.
En muchas organizaciones existe una cierta indefinición sobre si la gestión de la Comunicación Interna se trata de una responsabilidad del departamento de Recursos Humanos o del área de Comunicación. En otros casos, todavía permanece una cultura muy jerarquizada acostumbrada a comunicarse de una forma descendente con sus empleados o, simplemente, porque no se cuenta con canales de comunicación suficientemente amigables.
Por consiguiente, en este tipo de organizaciones, la comunicación entre empresa y empleado acaba reduciéndose a un email masivo cada vez que hay que comunicar algo importante, o a una nota en esos tablones de anuncios que para muchos se han vuelto casi transparentes.
Ciertamente, todas estas organizaciones están perdiendo una estupenda oportunidad para mejorar la relación con sus empleados y acrecentar su sentido de pertenencia. La Comunicación Interna bien gestionada es un elemento clave para crear un equipo cohesionado, impulsar su productividad y avanzar hacia una organización de mayor rendimiento.
La buena noticia es que esta situación podría haber llegado a su fin, ya que existen diversos factores que están contribuyendo a que esta necesaria mejora en Comunicación Interna se haga realidad.
¿Cuál es la puesta en valor de la Comunicación Interna?
Según los datos aportados por el equipo de Dialenga en su reciente estudio sobre Comunicación Interna en España, más del 75% de las empresas declaran que la Comunicación Interna es un asunto de gran importancia para la Dirección General.
Además, según los profesionales de este ámbito, la comunicación descendente es la que menos ayuda a lograr sus objetivos. Y es que apenas una de cada diez empresas busca el feedback de sus empleados de forma frecuente, pero las que lo hacen son las que finalmente logran mejores resultados.
Por estos motivos, cada vez más empresas integran la Comunicación Interna en su estrategia y, con el paso de poco tiempo, acaban alcanzando un nivel suficiente como para que el impacto de la comunicación se note realmente en sus objetivos de negocio.
La tecnología juega un papel importante en este avance. Existen hoy en día todo tipo de soluciones tecnológicas que permiten compartir contenidos atractivos y dinámicos para transmitir mensajes de forma más directa, segmentada y eficaz para llegar a todos los empleados.
El gran avance de conectar a los empleados a través de las Apps y dispositivos móviles
Hoy en día, el móvil es claramente el dispositivo tecnológico en el que se aplican ya prácticamente todas las formas de comunicación, conocimiento y consumo. La Comunicación Interna también ha asumido el reto de conectar a los empleados con la empresa a través de la movilidad.
La llegada de las Apps para empleados al universo de la comunicación interna permite dar ese salto cualitativo al ofrecer la capacidad de crear una comunicación más directa, ágil y personalizada con los empleados.
Además, las aplicaciones permiten centralizar toda la comunicación de manera segmentada y ordenada por áreas o temáticas, aplicando formatos atractivos como imágenes y vídeos a los que hoy en día estamos acostumbrados a consumir desde el móvil. Este canal facilita que exista una mayor lectura e interacción por parte de los usuarios en cualquier momento y en cualquier lugar.
Otra de las ventajas que encontramos en estos nuevos canales de Comunicación Interna es la bidireccionalidad que permite la captura de feedback, permitiendo escuchar al empleado y, por tanto, mejorar su experiencia dentro de la organización.
Por último, hay que tener en cuenta que hoy en día prácticamente la totalidad de nuestros empleados cuentan con un dispositivo móvil. La movilidad facilita el acceso a la información en cualquier lugar, permitiendo llegar también a aquellos trabajadores desplazados que no disponen de un PC o acceso al correo electrónico.
Fuente: Wolters Kluwer